El baile, Irène Némirovsky.

"Con los dientes apretados, agarró los sobres y los estrujó, los rompió y los lanzó todos juntos al Sena. Con el corazón ensanchado, los contempló flotar contra el arco del puente. Luego, el viento acabó por llevárselos río abajo. " (p. 55)

En El baile, Irène Némirovsky retrata la relación entre Rosine y Antoinette, madre e hija; con tintes autobiográficos, a buen seguro. Una relación carente de afecto, basada en humillación y maltrato continuados por parte de la madre; consentida por el padre, quien toma un papel pasivo ante lo que ocurre.
"(...) <<esta niña que está siempre encima de mí>>, <<¡otra vez has manchado el vestido con los zapatos sucios!, ¡al rincón, así aprenderás, ¿me has oído?, pequeña imbécil! >>" (p. 10)
Némirovsky dibuja a una madre frívola y tirana. Una mujer que vive de las apariencias y con una actitud hacia los demás del todo utilitarista.
"Pero una vez exclamó: <<¡Ah! Déjame tranquila, ¡eh!, me molestas; mira que llegas a ser pesada tú también>>, y Antoinette nunca volvió a darle otros besos que no fueran los de la mañana y la noche, que padres e hijos intercambian sin pensar, como apretones de manos entre desconocidos." (p. 15)
Ese maltrato constante en el tiempo hace nacer en Antoinette, una joven de catorce años,un legítimo rencor , en especial hacia su madre, pero también hacia el mundo adulto y las personas que lo habitan, por la incomprensión que le dispensan.
"Sucios egoístas, hipócritas, todos, todos...Les daba exactamente igual que ella se ahogara de tanto llorar en medio de la noche, que se sintiera miserable y sola como un perro extraviado..." (p.  38)
La autora intercala, en esta obra, entre el desamor materno y la rabia que éste produce en Antoinette, lo que podría ser  un anhelo secreto por el amor de la madre en forma de reflejo de ciertos gestos que compartían.
"-Tiempo, tiempo; ya hace una hora que está con eso- refunfuñó a media voz, mientras se estrujaba las manos con un gesto tan idéntico al de Antoinette encolerizada que la muchacha, inmóvil en el umbral, se sobresaltó como cuando te encuentras repentinamente ante un espejo."
" Antoinette vio que su madre se levantaba, corría la ventana y pegaba -también ella, pensó la niña- el rostro a los cristales fríos." (p. 82) 
De esta forma, probablemente Irène Némirovsky presenta esa flaqueza natural que consiste en esperar siempre una señal de quien debe querernos y respetarnos.

Se ultiman los preparativos para  el baile, que tendrá lugar en la casa familiar, con el fin de  dar a conocer su opulencia a la sociedad francesa, un baile al que Antoinette no está invitada. Y surge, de forma espontánea, como un impulso, pero certero, la venganza a tantas palabras hirientes, a tantas lágrimas silenciosas, a tanto desamor. 

El baile , lectura breve a la vez que intensa, en la que Irène Némirovsky recrea, con gran maestría, una historia que no deja espacio para la indiferencia. Como todo lo escrito por Irène Némirovsky, altamente recomendable.

En nuestro árbol de palabras* cayeron frutos como éstos:
- Amor.
- Descripción cruel de una relación familiar.
- Inmadurez.
- Texto escalofriante y hermoso.
- Desdicha. 

*Nueva iniciativa en el Círculo consistente en finalizar la tertulia con una aportación de cada persona a modo de palabra o frase que la obra le haya suscitado. 


  • La autora:
Irène Némirovsky (Kiev,1903-Auschwitz, 1942).

(Copy del Fondo
Irène Némirovsky/IMEC)
"Vivió gran parte de su vida en Francia y sus obras se escribieron en francés. Hija de un banquero judío, fue educada por una institutriz francesa. Era políglota, dominando, además del francés y el ruso, el polaco, el inglés, el euskera, el finés y el yiddish. Sus difíciles relaciones con su madre son el eje central de muchas de sus novelas."  Podemos comprobarlo en El baile.

"Trasladada su familia a Francia tras la Revolución Rusa, se casó con un banquero y empezó a publicar asiduamente, convirtiéndose en una autora de gran reconocimiento en la sociedad culta francesa de la época. Tras serle rechazada la nacionalidad francesa en 1938, se convirtió al catolicismo al año siguiente y empezó a publicar en revistas de corte anisemita para intentar ocultar sus orígenes ante el auge del nazismo que amenazaba con expandirse a
Francia. Tras una huida a un pequeño pueblo tras la ocupación alemana de Francia y las leyes antisemitas del Gobierno de Vichy, colaboracionista con los nazis, fue trasladada a varios campos de concentración y finalmente a Auschwitz, donde murió de tifus.

Tras la publicación en 2004 de Suite Francesa, se le concedió el Premio Renaudot, otorgado por primera vez a título póstumo." [Fuente: aquí]


1930, año de publicación de El baile
(Copy del Fondo Irène Némirovsky/IMEC)

Pueden consultar una cuidadosa y detallada cronología de su vida: aquí.

(Copy del Fondo
 Irène Némirovsky/IMEC)
Observadora perspicaz, rasgo que se vislumbra en sus obras, dando como resultado una escritura descriptiva hasta el detalle pero en medio de una narrativa fluida a la vez que envolvente. Narradora crítica y aguda de las miserias humanas, mostrándolas en toda su desnudez. Autora de cabecera de quien les escribe y predilecta de alguna de las contertulias o, cuando menos, motivo de agrado. Este año se ha renombrado nuestro Círculo de Lectura bajo el nombre emblemático de Némirovsky, en honor a la autora.

Les adjunto un documento de excepción, sin duda, pues es la única grabación que se conserva de su voz: una entrevista en la radio en 1939. Pueden escuchar su voz mientras ven las fotografías, experimentando, en esa combinación, una sensación muy agradable de cercanía con Irène Némirovsky.


Las siguientes fotografías tienen también copy del Fondo Irène Némirovsky/IMEC.

Con su madre (1928).

Lista del convoi nº 6, con 119 mujeres
 hacia el terrible destino final el 16 de julio de 1942.
El nombre de I. Némirovsky aparece
como Epstein Irène Némirovsky,
femme de lettres, mujer de letras.


Más fotografías: una presentación de fotos variadas y muy bien presentadas la encuentran aquí. 

Muchísimas gracias a María Elena por la miscelánea fotográfica y los enlaces de interés que han contribuido a nutrir la biografía. ¡Gracias!


Isabel Rojas. 


Del color de la leche, Nell Leyshon.


"él sonrió. parece que dices lo que se te ocurre.

no puedo decir lo que no se me ocurre, así que no tengo elección, dije yo. " (p. 65)

"éste es mi libro y estoy escribiéndolo con mi propia mano.en este año del señor de mil ochocientos treinta y uno he llegado a la edad de quince años y estoy sentada al lado de mi ventana y veo muchas cosas. "


Así comienza esta novelaa modo de diario que Mary, la protagonista, escribe - tras un reciente aprendizaje de la lectura- a través de unas manos que no hace mucho aprendieron también a escribir; de ahí la falta de mayúsculas, las frases cortas, muy sencillas, que aportan, por otra parte, gran veracidad al relato. 

Mary encarna la dura realidad de la vida rural inglesa en el siglo XIX, y encarna, a su vez, una doble discriminación: ser mujer y coja. 
Atrapada, junto con sus hermanas, como mano de obra gratis en un entorno duro, hostil, sin infancia, abocadas a una adultez prematura a través del trabajo.

"(...) padre nos necesita aquí en la granja para hacer todo el trabajo y no puede permitirse que estemos en otro sitio, en un colegio aprendiendo cosas que no podríamos usar, porque quién necesita aprender a leer palabras y a escribirlas cuando tiene que estar recogiendo piedras del suelo y metiéndolas en cubos y ordeñando las vacas y metiendo la leche en cubos." (p. 25)

Observadora, con una mente muy práctica que ha aprendido a sobrevivir a las inclemencias del día a día, inteligente, piensa en sus ilusiones, en sus sueños...y no acierta a descifrarlos porque no le han dado la oportunidad de adentrarse en ellos, conocerlos, pensar en posibilidades, porque el conocimiento le fue vedado, porque sólo existe lo que se nombra: el trabajo, y lo demás es producto de silenciosos pensamientos que tropiezan de golpe, una y otra vez, contra la puerta cerrada de la realidad que le tocó en suerte.

"¿qué soñaría yo si pudiera soñar algo y que se convirtiera en realidad? ¿qué diría yo si alguien me lo preguntara alguna vez? no lo sabía. sabía que tenía sueños, pero no sabía qué era lo que soñaba." (p. 38)

Entonces, se produce un momento en la novela en la que parece atisbarse un cambio: el vicario necesita ayuda para cuidar a su mujer enferma y Mary será la elegida, aunque ella no percibirá salario alguno, sino que éste irá a manos de su padre. Abandona, de este modo, la granja.
"subí al dormitorio y preparé mis cosas para la mañana. falda. enaguas. delantal. medias. chal. quité el barro seco de las botas y las puse al lado de la cama. no había nada más que preparar." (p. 50)
Ese hecho que, en un principio, pareciera un momento de inflexión entre tanta pobreza de ánimo y material, lo que hace es guiar los acontecimientos hacia otro rumbo, a todas luces inesperado.

Del color de la leche, novela estupendamente escrita e hilada, creando gran credibilidad en quien se acerca a sus páginas.

 Isabel Rojas.


  • La autora:
Nell Leyshon (Glastonbury, Inglaterra) es una escritora y dramaturga británica. Ha escrito guiones dramáticos para la BBC y ha ganado prestigiosos premios de teatro, como el Richard Imison Memorial Award, con su primera novela titulada Black Dirt (2004). El alboroto fue la primera obra de teatro escrita por una mujer para el Teatro Globe de Shakespeare, en el 2010.


Fue candidata al Premio Orange de Ficción y preseleccionada para los premios Commonwealth.

Del color de la leche es su segunda novela y ha supuesto un éxito fulgurante.



La información recabada, y que pueden ampliar, la encuentran aquí y aquí. 

Calidoscopio literario. Calidoscopio de emociones.

Escuchar. Aprender a ver. Encontrar una voz. Escribir. "Aprender graba en nosotros los recuerdos. En la niñez, el aprendizaje ...