Buda en el ático, de Julie Otsuka.

"La mayoría de las que viajábamos en el barco éramos vírgenes. Teníamos el pelo largo y negro y unos pies anchos y planos, y no éramos muy altas. Algunas sólo habíamos comido gachas de arroz cuando éramos niñas, y nuestras piernas estaban ligeramente arqueadas. Algunas sólo teníamos catorce años y seguíamos siendo unas niñas." (p. 9) 


Buda en el ático narra la estremecedora historia de mujeres que, procedentes de Japón, llegaron a San Francisco a principios del siglo XX. Se casaron por poderes con unos maridos que les habían enviado fotos 'engañosas' junto a un coche que no era de su propiedad o sentados en un lugar de trabajo ficticio, maridos que les habían enviado cartas en las que aventuraban una próspera vida, cartas que no eran de su autoría, cartas de palabras bonitas pero huecas que otros escribieron por ellos.

"Se parecían a nuestros hermanos y padres que dejamos en casa, aunque iban mejor vestidos, con unas levitas grises y unos hermosos trajes occidentales de tres piezas. Algunos posaban en las aceras, delante de unas casas de maderas de techos altos y triangulares con vallas de estaca y unos jardines de césped recién cortado. Algunos posaban apoyados sobre unos coches ford modelo T en la carretera. Algunos estaban sentados en sus despacho sobre unas sillas rígidas de respaldo elevado con las manos plegadas mirando fijamente a la cámara  como si estuvieran a punto de comerse el mundo." (p. 10)
Contada en primera persona del plural, porque narra una acción colectiva. En el caso de las migraciones asiáticas a Occidente, los matrimonios por poder fueron lo 'habitual', ya que pesaba mucho culturalmente el que todas las personas fueran de la misma procedencia racial y, por otra parte, la condición en la escala social de un chino o japonés emigrante no 'favorecía' otro tipo de casamiento. El formar una familia es, por tanto, parafraseando a María Elena, un modo de arraigo para quienes arriban, también la necesidad de formar un pequeño grupo humano de supervivencia -también de pervivencia de la propia cultura-.

Buda en el ático bien podría ser la novela de todas las mujeres del mundo inmigrantes. Mujeres, las de esta novela, educadas en la sumisión y la subordinación al marido, mujeres de una gran fortaleza, mujeres que vieron cómo sus sueños, sus esperanzas y anhelos de una vida mejor, caían, se desplomaban, en el abismo de las desilusiones y para siempre. La menor, 12 años; la mayor, 37.

"Recuerda que les tienes que hacer sentirse cómodos. Sé humilde.  Sé educada. Muéstrate solícita. Dí <<sí, señor>>, o <<no, señor>>, y haz lo que te digan. Mejor aún, no digas nada en absoluto. Ahora perteneces al mundo invisible." (p. 34)

Mujeres que emprendieron un viaje a la infelicidad, un viaje que ningún ser humano debería iniciar.

"Que cuando oímos pronunciar nuestros nombres por primera vez desde el otro lado del puerto, una de nosotras se taparía los ojos y se daría media vuelta-quiero volver a casa-, pero el resto de nosotras agachamos la cabeza, nos alisamos el kimono, descendimos por la rampa y nos encaramos a un día templado. <<Esto es América -nos decíamos-, no hay por qué preocuparse.>> Y estábamos equivocadas." (p. 26)

Mujeres que simbolizan la verdadera protagonista de la novela: la mujer japonesa emigrante.

En consecuencia, un libro necesario, una lectura estremecedora.


Isabel Rojas.

  • La autora. 
Julie Otsuka nación y se crió en California. Antes de dedicarse a la escritura, estudió arte en la Universidad de Yale e hizo su carrera como pintora durante varios años. 

Recibió su MFA de Columbia. Ganadora del premio PEN/Faulkner, el Premio Asian American Literary, la Biblioteca Alex le concedió el Premio de Literatura de la Academia Americana de las Artes y las Letras, una beca Guggenheim y fue finalista del Premio Nacional del Libro. 

Su primera novela, Cuando el emperador era divino (2002), trata del internamiento de una familia estadounidense de origen japonés durante la Segunda Guerra Mundial. El libro está basado en la propia familia de Julie Otsuka: su abuelo fue detenido por el FBI como presunto espía de Japón el día después de que Pearl Harbor fuese bombardeada y su madre, su tío y su abuela pasaron tres años en un campo de internamiento en Topaz, Utah. 

Buda en el Ático (2011) ha recibido el premio PEN/Faulkner  y ha sido finalista del National Book Award y Mejor libro del año en The Boston Globe y la revista Vogue, entre otros muchos reconocimientos.





[Fuente:aquí]


  • Información de la mano de nuestra entendida en cultura japonesa, María Elena Soto -gracias, nuevamente- que adjunto de forma literal:

    - Cómo envolver con telas dos libros a la vez, según una técnica japonesa ancestral: http://laseducciondelpapel.blogspot.com.es/2011/12/libro-abierto-un-panuelo-dos-libros.html


    - En referencia a los envoltorios japoneses con tela, una síntesis de esta técnica: http://laseducciondelpapel.blogspot.com.es/2011/05/el-furoshiki-vuelve-estar-de-moda.html





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