Círculo de Lectura Irène Némirovsky-Librería de Mujeres: diciembre 2011

Fue la última lectura del año,compleja,difícil y enormemente interesante,reflejo del mundo distinto y extraño de Mary Wollstonecraft,su pasión vital,su conciencia feminista,su finísima sensibilidad y primordialmente su entrega a la denuncia y el sufrimiento de las mujeres,desde el poder patriarcal,judicial y político.
             Mary y María son el haz y el envés de sus obras,aunque María (inconclusa con notas para desarrollar) tiene mayor contundencia literaria por su trama más desarrollada y,sobre todo,por la aparición de personajes (Jemina, la guardiana de María en el manicomio) de gran riqueza argumental.Jemina narra en primera persona su bastardía,la muerte de su madre,el abandono paterno,el maltrato que sufre como criada por parte de su madrastra,su maternidad,su amancebamiento,la muerte de su hija,el paso de víctima a victimaria,que asume críticamente su vida y que entiende y ayuda a María.
             En María es de destacar las reflexiones de la protagonista sobre el triste papel de las mujeres,"relegadas a ser escoria de la sociedad" aún siendo intelectualmente valiosas.Se anima a las mujeres a rebelarse contra esa sociedad,que las alienta a utilizar su sexo como única vía de ascenso,pero luego las critica considerándolas mentalmente inferiores.
             En Mary se cuestiona un asunto aún vigente,los matrimonios impuestos y de obligada fidelidad de por vida (para las mujeres,por supuesto).Casada con un hombre más joven que ella,que viaja constantemente,Mary comienza a poner en tela de juicio el sentido de su vida,la religión es en principio su gran refugio,junto con la lectura y los viajes,que la llevan a la ultracatólica Lisboa de finales del XVIII,donde se entrega al cuidado de su mejor amiga,que fallece,y a su amado al que ha conocido enfermo de tisis.Estas circunstancias la hacen madurar intelectualmente y crompender que nunca podrá compartir su vida con el hombre elegido,hay demasiados e insalvables obstáculos.
             La vida de Mary Wollstonecraft es como una película trepidante con constantes avances y retrocesos;la culta,políglota y liberada feminista,esposa (sin boda) del filósofo anarquista James Goodwin,fue capaz de aplaudir la Revolución Francesa y,al mismo tiempo,criticar su feroz machismo,de tomar partido por los seres más desvalidos y de pedir reformas políticas y jurídicas para las mujeres.Los avatares de la protagonista de María son un ejemplo de la situación de las mujeres de su tiempo;su herencia fue expoliada a manos de un desalmado que ostenta el papel de esposo,a quien un tribunal exonerará de delito y recriminará levemente por ingresarla ilegalmente en un manicomio.El propio juez considera terrible que las mujeres tomen el mando de su vida sin consultar a varones,entendiendo que su actitud pudo haber llevado a confusión al marido.María quedó en libertad,pero sin dinero ni recursos.
             La vida apasionante de Mary como escritora tiene su momento más brillante con la publicación de "Vindicación de los derechos de la mujer",vigentes como reclamación antes,ahora y después de su publicación,y cuya exigencia más demandada es el derecho a la educación.A propósito de este texto quisiera recordar la gran revista de divulgación teórica "Vindicación Feminista",publicada en la España postfranquista por Lydia Falcón,y que fue,durante su corta vida,una bocanada de aire fresco,conocimiento teórico y aproximación al mundo del feminismo verdaderamente impagable.Marcó un antes y un después en el feminismo español.
             Como una terrible ironía del destino,Mary muere en el sobreparto de su hija,Mary Goodwin,más conocida como Mary Shelley,autora de "Frankestein" y de una obra polémica,impregnada con los tintes más tenebristas del romanticismo,Mathilda.Esta última narra una pasión incestuosa no consumada,cuya protagonista es víctima de su propia desolación (no entiende el amor incestuoso de su padre,se culpabiliza y lentamente se deja morir;intenta que la acompañe un poeta amigo que ha pasado por el trance de perder a su amada,éste intenta razonar con Mathilda,invitándola a reflexionar y a asumir el problema,pero nada puede impedir la pulsión de muerte de la protagonista).
              Mathilda no se publicó hasta después de la muerte de Mary Shelley,su padre no quiso publicarla mientras ella vivió y de hecho se negó a devolverle el manuscrito.Queda como texto literario bellísimo y atormentedo,lleno de referencias clásicas a la mitología romana,a Shakespeare,a Dante,a Milton,pero sobre todo como novela precursora del romanticismo más apasionado.
               La publicación por Nórdica de esos textos conocidos por referencias bibliográficas o fragmentariamente,es muy de agradecer,pues nos permite datar la vigencia del pensamiento feminista,la literatura hecha por mujeres y,nuca mejor dicho,sus VINDICACIONES,que aunque desde el siglo XVIII han sido varias todavía nos quedan muchas por ganar.

                Besos y abrazos feministas de Montse.

Porque emocionan. Y arrancan una gran, sana y sentida risa.

Simpáticas y variadas, repletas de detalles en su realización, imaginativas y muy próximas: así son las muñecas de Marina.

Sin perder puntada –de esas de buscar con lupa- nuestra amiga emplea sus manos incesantemente al tiempo que parece reflexionar sobre la multiplicidad de formas que van surgiendo, como por azar y trocito a trocito, de retales de tela ínfimos, del manojo de hilos convertido en sorprendente vestimenta, de restos de cinta, cordel, cuentas y cuanta pieza olvidada atrapa su rápida vista, dándoles nueva vida.

Sin perder puntada, insisto, Marina en su hacer, hilvana sueños, rescatando el pasado del aquellos juguetes caseros –muy en particular el de la muñeca de trapo-, para ponerlas a funcionar a día de hoy; y es que, en su reciclar de ideas y materiales, tales muñecas recorren, a vuelo de pájaro, muchos estilos, divertidas y creativas maneras.

Pequeñas en sus proporciones, definitivamente conmovedoras en su laboriosidad. Juguetes, muñecas que, mágicamente, caben en la palma de la mano y por eso mismo resulta fácil colocarlas bien cerca de uno o muy apretadas contra el corazón (me es inevitable, siempre en mí late nuestro José Martí,¿no has leído aún La muñeca negra?).